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La corresponsabilidad entre la población y autoridades es vital para reforzar la autoprotección.

Antecedentes
El jueves 19 de septiembre de 1985, a las 07:19 horas, se registró un sismo de 8.1 grados con origen en las costas de Michoacán y Guerrero con duración de 4 minutos, que afectó la zona centro de México, siendo la Ciudad de México, la entidad más dañada.

Al día siguiente (20 de septiembre) a las 19:38 horas se percibió otro sismo con magnitud de 7.6 grados que volvió a estremecer a la ciudad. De inmediato, la población se organizó formando brigadas de auxilio para apoyar con los trabajos de rescate y recuperación; remoción de escombros, donaciones de artículos y atención a los heridos.

Como resultado de los sismos se cuantificaron 20 mil muertos y 2,831 inmuebles afectados.

En el 2004 el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, instituyó “Septiembre mes de la Protección Civil”, y a partir de entonces se desarrollan diversas actividades preventivas, como la organización de simulacros, a fin de fortalecer la cultura de la autoprotección.

¿Por qué participar?
Los simulacros son ensayos que sirven para reforzar y mejorar los protocolos de actuación, ponen a prueba la capacidad de respuesta de los miembros de una familia, si se realizan en casa, a las brigadas internas de protección de los inmuebles públicos y a las autoridades.

Para la Secretaría de Protección Civil del Gobierno de la Ciudad de México es fundamental que la población de la capital del país sepa, cómo actuar en caso de sismo, pues con una adecuada previsión y reacción se pueden salvar vidas.

La dependencia capitalina trabaja para fortalecer entre la población la cultura de la protección civil, impulsando programas y acciones con enfoques preventivos, reactivos y de recuperación ante los fenómenos que se pueden presentar en la ciudad.

FUENTE: Secretaría de Protección Civil de la Ciudad de México.

Septiembre 2017